De Ángel Tomás

Uno de los géneros más explotados en la actualidad, tanto en literatura como en televisión y videojuegos, es el “battle royale”, traducido como “batalla real”, que consiste en que un grupo de personas sean trasladadas a un espacio delimitado para enfrentarse entre sí hasta que solo quede uno de ellos. La saga “Los juegos del hambre” o el videojuego “Fortnite” son solo algunos de los ejemplos más destacados de la popularidad que ha adquirido este concepto, pero lo que muchos desconocen es que esta expresión se popularizó gracias a la novela y posterior manga del mismo nombre, el cual vamos a comentar.

El manga Battle Royale,  iniciado en el año 2000 por Koushun Takami basándose en la novela del mismo nombre y autor y con dibujo de Masayuki Taguchi, nos muestra como en un Japón distópico, una vez al año, una clase de secundaria es seleccionada para participar en “el programa”, una sangrienta prueba en la que los alumnos son trasladados a una zona abandonada para matarse entre sí hasta que solo quede una persona viva. Es así como Shuya Nanahara, acompañado por su amiga Noriko Nakagawa y el misterioso Shogo Kawada, se verán obligados a sobrevivir enfrentándose a los que fueron sus compañeros de clase en una lucha por la supervivencia en la que todo está permitido y en la que la confianza pude ser tu perdición.

Para empezar, hay que señalar que, a diferencia de muchas historias que ha inspirado posteriormente, Battle Royale se caracteriza por su violencia gráfica y por el horror con el que representa las situaciones más duras a las que un adolescente puede enfrentarse. No estamos ante a una historia “teen” aunque sus protagonistas sean adolescentes, sino frente a un crudo relato de supervivencia en el que compañeros de clase deben matarse entre sí hasta que solo uno sobreviva. Da igual que sean tus amigos de siempre o la chica que te gusta, tu objetivo es matarlos a todos sin excepción.

 

Otro de los aspectos más destacados e interesantes es el tratamiento que le da el autor a las situaciones extremas entre los personajes, ayudado por el dibujo de Masayuki Taguchi para representarlas de la manera más gráfica y salvaje posible. Para empezar, imagina tu clase de cuando ibas al instituto y no tenías preocupaciones ni responsabilidades. En ella confluían muchos tipos de alumnos: populares, raritos, deportistas, cerebritos, etc. Ahora imagínalos a todos ellos en la situación que presenta el manga: atrapados y obligados a matarse entre sí. La cantidad de situaciones posibles según la persona a la que encuentres son enormes, ya sea porque te has encontrado al “peligroso” y disparas primero; o todo lo contrario, te encuentras a ese chico que te caía bien y con quien charlabas de vez en cuando y acaba contigo antes de que te des cuenta.

El miedo y la locura están presentes en toda la obra, ya que son las emociones que más afectan a los participantes y con más fuerza les hacen actuar. Muchos de los participantes basan sus acciones en el miedo, mientras que este, en los más débiles, acaba derivando en locura y en demencia, convirtiéndolos en asesinos despiadados capaces de matar a sus compañeros sin pestañear.

Si bien es verdad que, al tratarse de una historia de ficción, se exageran mucho las situaciones y los personajes, ya sean buenos o malos (como nos tienen acostumbrados en el manga en general, a veces demasiado) el solo imaginar la situación ya invita a leer la obra, y las representaciones de estos y sus acciones en semejante juego de supervivencia brindan una historia tensa a la par que entretenida. De la novela al cine y del cine a las viñetas como medio definitivo, Battle Royale llegó para quedarse y mostrarnos una vez más la potencia del manga japonés con un argumento, muchas veces repetido pero difícilmente superado: hoy vive uno de sus mejores momentos.

Alianzas por amistad, por conveniencia, lobos solitarios, asesinos sin piedad,  moralistas; todos ellos son representados y tienen un papel que desempeñar en la isla que influirá en “el programa” de una o de otra manera. Coge tu mochila, prepara tus armas, elige bien tus compañías y nunca bajes la guardia, el juego empieza ya.