Por: Inés Sánchez-Manjavacas

El pasado sábado 11 de febrero se estrenaba en el Teatro Vico de Jumilla la obra El amor de don Perimplin con Belisa en su jardín de Federico García Lorca, dirigida por Joaquín Jesús Tomás Pérez, conocido como Quino Pérez. Los papeles protagonistas estaban representados por Juan Pedro Alcántara y Nury Allen, también estaban los actores Eva María Fernández como la madre de Belisa, Laura Visella representando a  Marcolfa y Carlos García Alcalá y Celia Aragón Amante en el papel de los duendes.

En esta obra, un hombre anciano que no conoce el amor se enamora de la joven con la se casa convencido por su criada Marcolfa, su joven vecina Belisa, a quien su madre obliga a casarse con ese hombre a pesar de que sabe que no lo ama. La obra toma tono de tragedia cuando en la noche de bodas don Perimplin confiesa su amor a Belisa pero ella no está enamorada de él, sino que se enamora de otro joven y cuando su marido se entera se ve obligado a tomar una decisión.

He de decir que he visto varias obras de Quino y con esta última se puede ver cómo ha crecido y ha madurado. Quien ha visto sus obras puede decir que parece que ha nacido para este mundo y yo, sinceramente, no lo imagino haciendo otra cosa. Estrenó su primera obra como director a los 15 años, El grillo del hogar, y con 18 montó su propia compañía, La bohemia.

La obra dura aproximadamente tres cuartos de hora y es increíble como los actores te meten en la obra de principio a fin, es un claro ejemplo de que no es necesaria una gran escenografía para representar una buena obra, pues en el escenario sólo había una mesa, unas cortinas y un telón donde se veían las sombras de los actores antes de salir a escena. Todos los actores lo hicieron genial, se notaba la química que había entre ellos tras tantas horas de ensayos. Los protagonistas, tanto Juan Pedro como Nury, que además ella era la primera vez que protagonizaba una obra de teatro, estuvieron impecables. A mí personalmente me parece precioso y genial el hecho de ir al teatro y que los actores creen ese ambiente que te mete en la obra sin que te des cuenta de principio a fin, y eso fue lo que ocurrió con esta obra. Me tuvieron pegada a la butaca del teatro desde el primer minuto y la verdad es que se hizo muy cortita. También llamó mi atención el hecho de que tras la obra los actores salieran a saludar dos veces, que sí, que se hace muchas veces, pero esta vez fue diferente. La primera vez saludaron como los personajes, correctos, serios, y la segunda saludaron tal y como ellos eran, dejando aparte el personaje, espontáneos, más relajados.

A mí me gusta todo lo que tenga que ver con la cultura, me gusta el cine, la música, el arte, el teatro… y siempre que puedo saco un hueco para ella, así que agradezco el buen rato que me hizo pasar todo el equipo con su trabajo. Además, seamos francos, actualmente con todas las desgracias en el mundo, la crisis, el bombardeo de malas noticias constantemente, es de agradecer y mucho que se sigan haciendo estas cosas que nos ayudan a olvidarnos de todo eso aunque sea por un rato. Así que invito a todo el mundo a que si tiene la oportunidad de disfrutar de la cultura, sea de la forma que sea, la aproveche sin dudarlo un segundo.