Elena de Lara

“It” es una película de 2017 dirigida por Andy Muschietti, basada en la novela de 1986 de Stephen King. Ambientada en el año 1989 en el pueblo de Derry, Maine, cuenta la historia ficticia de un grupo de siete niños que recibe el nombre de “los perdedores”. Este grupo vive atormentado por un monstruo que se manifiesta en forma de payaso o en forma de los miedos individuales de la persona a la que ataca. “Eso” se hace llamar Pennywise y aparece en el pueblo cada 27 años. Los niños deciden plantarle cara y vengar las muertes que ha provocado.

Al ver la película, no pude evitar recordar la de 1990 de Tommy Lee Wallace. El largometraje me enganchó tanto al principio como me aburrió a partir de su segunda parte, cuando los niños de repente habían crecido y eran adultos. Se deja a un lado la visión infantil del miedo y la aventura para dejar paso a una trama plana y carente de terror.

Del remake de 2017 esperaba mejores efectos especiales y una superior ambientación. He comprobado que esto lo cumple con creces. No obstante, lo que más me ha sorprendido es el hecho de que esta nueva versión ha dividido la película de 1990 en dos partes. Me da la impresión de que el director pretendía explotar al máximo la parte buena de la versión antigua. Pero me pregunto qué va a hacer con la segunda parte, donde todos son mayores ya y la tensión del principio desaparece. Supongo que tendré que esperar a 2019 para saberlo.

Aunque entré reticente al cine a ver la película, tengo que aceptarlo: esta versión me ha agradado más que la primigenia. Más le valía hacerlo pues la de 1990 disponía de un presupuesto menor, de unos efectos poco realistas propios de la época y de un elenco inferior al de la nueva versión. Lo que más me ha gustado es el hecho de que se ha respetado el largometraje anterior. El director no se ha inventado escenas extrañas y ha sabido incluso incorporar aspectos del libro que no encontramos en la versión antigua.
Quiero destacar el punto de humor que se incorpora a la trama a través del personaje de Richie. En ocasiones me daba la impresión de estar viendo una comedia cuando yo había pagado por una película de terror. Sin embargo, creo que esa combinación comedia-terror está muy acertada y provoca que no te aburras como lo hice yo viendo la original.

No todo han sido gratas sorpresas, también hay aspectos que no me satisficieron en absoluto. Pienso que la película no ha captado del todo el enfoque infantil ni la historia de cada niño del grupo. Tanto en el libro como en la versión de Wallace, llegamos a conocer a cada uno de los niños de tal manera que todos se convierten en protagonistas. En esta ocasión, Beverly, Eddie y Richie ensombrecen a Bill, Ben, Mike y Stanley. Beverly, por ser la única chica de la panda y por sufrir abusos de su propio padre, Eddie por su hipocondría y su madre protectora y Richie por sus continuas bromas y humor verde. Es una pena porque, además de que el elenco es soberbio, tras haber visto la película de principios de los 90, soy consciente de que todos y cada uno de los personajes tienen algo que contar y una historia tan interesante como necesaria para dibujar los personajes.
Me veo obligada a decirlo: esta película no es de terror. Más que miedo, nos topamos con sustos inoportunos y violentos. Aun así, en la historia se hallan latentes el suspense y el humor, que causan que no puedas salirte de la trama y que te entretengas a lo largo de esas dos horas y cuarto que dura.

¿Recomendaría ver la película? Sí, es bastante amena y el suspense va in crescendo con su transcurso. Eso sí, no hay que olvidar que en ningún caso vamos a salir atemorizados tras verla porque más que miedo, hay solo sobresaltos puntuales.
“It” consigue sumergirnos en la novela de Stephen King aunque sin llegar a producir el miedo que esperamos de ella y sin indagar del todo en la personalidad de cada niño.