María Pilar Moreno

B-Side Festival 2025: Veinte años tocando el cielo

Cuando un festival alcanza su vigésimo aniversario en plena forma, dejando atrás dudas y nuevos retos, algo se está haciendo muy bien. El B-Side Festival ha cumplido 20 ediciones, demostrando no solo supervivencia, sino una capacidad de crecimiento, conexión con el público y apuesta artística que hacen de esta edición la más exitosa de su historia. Más de 25.000 asistentes repartidos entre las distintas actividades y conciertos del fin de semana lo certifican.

El ambiente, el arranque, la ciudad viva

El festival comenzó a calentarse ya desde el viernes con la velada de bienvenida y Baby B-Side, una forma de implicar al público más joven con canciones, cuentos y propuestas familiares.

El sábado por la mañana, B-Side Tapas ofreció una itinerancia musical por plazas y calles de Molina: actuaciones de Querido Diablo, Jonny Sueños, Noa Caleo, Rata, Noelia Hernández (ganadora del Proyecto Vivero), y Pedriñanes 77 en localizaciones elegidas para acercar el evento al centro social y vital de la población. Un festival integrador que no sólo se vivió de noche ni dentro del recinto principal.

Dani Fernández: polémica, reconciliación y ejercicio de fuerza

Este verano ha habido debates sobre la presencia de Dani Fernández en festivales que se reivindican “indies” o alternativos. Hay quienes piensan que su pegada comercial lo aleja de esa pureza indie, y otros que argumentan que traer canciones con alta corriente de audiencia no resta autenticidad si hay propuesta artística y honestidad en directo.

En Molina, Dani Fernández se presentó como uno de los pilares de la noche. Con guitarra en mano, demostró que su conexión con el público no es cuestión de espectáculo vacío, sino de canciones que pesan y de un estado de madurez artística evidente.

Abrió con «Joderme la vida», incluyó «Solo tienes que avisar», ofreció un homenaje a Supersubmarina y cerró con «Bailemos» y «Me has invitado a bailar», dejando la sensación de que, guste o no a los puristas, su propuesta tiene derecho a estar donde esté. Lo cierto es que la propuesta de Dani Fernández no sólo no desentonó en nada frente al resto de artistas, si no que fue uno de los grandes triunfadores de la noche.

Viva Suecia: el clímax de los himnos colectivos

Si hubo una actuación que condensó el momento del festival, fue la de Viva Suecia. En “casa”, la banda salió con encendida energía, consciente del poderío en presencia, puesta en escena y respaldo emocional.

El setlist fue un compendio de hits: desde «Bien por ti» hasta «El bien». Cada tema, una chispa; cada coro, un clamor colectivo. Hubo colaboraciones destacadas, como la de Dani Fernández en «Lo siento», que convirtió el recinto en un único grito compartido. Además, la organización incluyó medidas de accesibilidad valiosas: bucle magnético, intérprete de lengua de signos, subtitulado, mochilas vibratorias… detalles que hablan de un festival comprometido con todos.


Besmaya: el relevo generacional que pisa fuerte

Entre los conciertos más comentados de la jornada, destacó el de Besmaya, dúo madrileño que está escalando posiciones en la nueva ola indie-pop nacional. Con un sonido fresco, cercano al bedroom pop pero con músculo de banda, conectaron con las primeras filas gracias a temas como «Cuerda auxiliar» y «Miento». Su propuesta demostró que el B-Side también sabe mirar al futuro, apostando por artistas que están llamados a ser referentes de la escena en los próximos años. Una actuación breve pero intensa, que dejó la sensación de que volverán pronto a escenarios más grandes.


Otros momentos destacables y cierre apoteósico

  • Carlos Sadness desplegó su “indie tropicalista” con canciones como «Chocolate y nata» y «Isla morenita».
  • Pignoise desató la nostalgia pop-rock con himnos generacionales como «Sigo llorando por ti». Y ese inicio con la sintonía de Campeones que hizo corear a todo el recinto.
  • Para los que querían moverse hasta el final: Elyella y Delaporte ofrecieron cierres bailables, explosivos y electrónicos.

Balance final: 20 años bien vividos, futuro prometedor

El B-Side Festival de 2025 no ha sido sólo una edición de aniversario, sino una declaración de fortaleza: aforos ampliados, entradas agotadas, público fiel y nuevo, programación variada, calidad técnica y artística, sensibilidad en detalles logísticos, presencia local y apertura generacional.

La polémica de Dani Fernández deja claro que las fronteras entre géneros, etiquetas y prejuicios están para cuestionarlas. Y actuaciones como la de Besmaya recuerdan que el futuro de la música indie-pop ya está aquí.

Este B-Side cumple 20 años, y si sigue así, vivirá muchos más.