Kafkiano, demencial, alocado, mítico… Adjetivos que podríamos utilizar para calificar un evento que tuvo un cabeza de cartel inesperado, indeseado, pero que opacó al resto del Warm Up, la lluvia (o el diluvio para ser más precisos) que saco el abono de dos días y no falló.

 El viernes tuvimos la oportunidad de disfrutar (deleitarnos sería mucho más preciso) del brutal directo de Kasabian, posiblemente haya sido el concierto del fin de semana, al menos en los escenarios principales. Sergio Pizzorno hizo olvidar a Tom Meighan (palabras mayores) en una noche en la que Miss Caffeina ofreció el directo que todos conocemos, un grupo que jamás falla apoyados en el carisma de Alberto. Ojete Calor derrochó humor, ironía y mala leche con un Carlos Areces motorizado por un accidente casero, y ElyElla hicieron bailar a todo un recinto con más de 15.000 personas, fue un jornada previa tranquila, quiza el público estuvo demasiado frío como si se reservase para las dos jornadas venideras.

 Del sábado poco se puede decir, el temporal me pilló guardando la cámara tras hacer fotos a Temples, lo viví resguardado bajo el escenario y me parece más que lógica la suspensión. Antes estuvieron abriendo el escenario ENAE los murcianos Maestro Espada, con su propuesta revisionista delo folklore murciano, un espectáculo alejado de los cánones propios del festival, no obstante no dejó indiferente a los cientos de personas que optaron por ellos frente a una Natalia Lacunza escoltada ya por varios miles de fans coreando sus canciones en el escenario Polo Club. La lluvia frenó a los británicos Temples tras solo tres canciones que nos dejaron con ganas de mucho más.

 La jornada del domingo nos trajo un regusto ambiguo, la lluvia nos «robo» uno de los conciertos más esperados, el de The Kooks que -por lo visto- no aceptaron cambios para retrasar o modificar su actuación, pero al mismo tiempo dotó a los conciertos de un halo épico que los hará inolvidables en los recuerdos de los asistentes, ese Diego -posiblemente el mayor antidivo de la música actual, cercano, disfrutó del festival paseando por el recinto, viendo otros conciertos, saludando a la gente y haciéndose fotos, sintiendo el cariño y derrochando cercanía, mi aplauso a su actitud- con sus Carolina Durante desafiando a la lluvia, esos pogos entre charcos en Cala Vento, esas risas bajo el aguacero esperando a The Kooks, mientras Rocío Márquez y Bronquio completaban su concierto sin importarles el estado meteorológico. Tras la renuncia de los de Brighton volvió la normalidad y la calma, Carlos Sadness inició su concierto con un Setlist modificado, cantando al inicio sus hits más conocidos por si era necesaria una nueva suspensión, Yo la tengo dejaba claro porqué su liderazgo en los gustos más refinados de los asistentes, un concierto no apto para todos los asistentes que fué soberbio de principio a fin, Vetusta Morla demostrando que hoy por hoy no tienen rival en la escena indie nacional, Cala Vento aun más brutales en escenario grande que en salas de concierto (y es mucho decir), Dorian con sus himnos eternos que corea hasta el que no le gusta la música, Hot Chip con otro de los grandes conciertos de la noche, en el escenario Estrella de Levante fue una constante el altísimo nivel de los conciertos. Para cerrar con La Elite y su irreverente, reivindicativa y provocativa actuación frente a unos Varry Brava tan seguros como siempre, un concierto animado, divertido, en el que no puedes dejar de bailar.

 Antes de la lluvia abrieron Marta Movidas quizá un poco lastrados en cuanto a público al enfrentarse a una propuesta de corte similar de la mano de Cariño que veremos muy pronto en horarios mucho más prime time. Dejamos para el final a Iván Ferreiro, que venía a presentar su nuevo trabajo Trinchera Pop, al que por sorpresa acompañaba al bajo el gran Leiva. El gallego demostró un magnífico estado de forma, las canciones del nuevo disco enganchan, su comunión con los fans está en su mejor momento y, principalmente, que al publico de los festivales les gusta las nuevas apuestas, pero aman los clásicos, pocas canciones fueron más coreadas ese día que Turnedo, Años 80 o la maravillosa El equilibrio es imposible, para los más nostálgicos, casi se nos cayó una lagrimita cuando sonó aquel tema con el que nos enamoramos de Los Piratas, M.

 En definitiva fue un gran festival en lo que se pudo disfrutar, el sonido fue muy bueno, de los mejores en las ediciones que llevamos. Lo principal, marca del festival, el buen ambiente en un evento que tuvo casi 20.000 personas por noche. El Warm Up es un festival muy especial, tiene ese regusto urbano, la cercanía, el estar en el centro de Murcia tomándote un aperitivo y en cinco minutos plantarte en el recinto, algo que no se puede perder, si se hace tendremos un festival distinto, puede que un festival más importante, un festival con nombre aún más potentes, un festival que atraiga a más público, pero no nos engañemos, sería un Warm Up, pero no sería EL Warm Up, sería otro Warm Up, otro festival. 

Calificaciones 

Cinco Estrellas

Carolina Durante, Kasabian, Yo la tengo, Cala Vento, Temples

Cuatro Estrellas

Vetusta Morla, Hot Chip, Cariño

Una Estrella

The Kooks (se borraron)

 

Y una crítica, algo que debemos cambiar, volvemos a dejar pasar una oportunidad, como región, de dar visibilidad a grupos regionales. Con todo el respeto a los djs que amenizaron las esperas del Welcome, y lo hicieron muy bien, ¿Que hubiera costado poner grupos emergentes murcianos en ese 2º escenario amenizando los cambios entre Miss Caffeina, Kasabian y Ojete Calor? ¿Se imaginan lo que hubiera sido para Goblin Circus, Se ha perdido un niño, Limalimon, EVVE, Pieles Sebastian… (Por nombrar sólo ha los galardonados últimamente) tocar en esos recesos? Son cosas que debemos replantearnos.